jueves, 31 de marzo de 2011

Historias de una torre (Parte I)


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Se subió al tejado de la torre y cerró los ojos, dispuesta a dar el último salto, aquel que la encumbraría a los cielos o la sumergiría para siempre en los fuegos del infierno... Respiró profundamente y decidió contar hasta 3.

1...




2...




-¡Espera! - Oyó un grito a lo lejos - ¡Insensata, no abandones! No dejes que los obstaculos que ahora entorpecen tu andadura hagan que te rindas. Sigue adelante, camina erguida, barbilla alta pero sin soberbia. Que aquellos que ahora te humillan, serán los humillados algún día. El tiempo pone a cada uno en sitio y su tiempo está por llegar... Pero el tuyo aun no ha llegado. No es el momento, no es el lugar. Recapacita, y si lo crees necesario, perdona. Pero nunca jamás olvides lo que te estan haciendo pasar. Pues te está haciendo fuerte, te está obligando a madurar, y será una lección aprendida a la que no tendrás que volver. Piensa en las cosas positivas que te esperan a la vuelta de la esquina...






Y en ese momento abrió los ojos. Miró el abismo que se abría frente a ella y retrocedió. La ventana entreabierta invitaba a entrar. 


"Aun no es mi momento..."













1 comentario:

matrioska_verde dijo...

Vaya, Sue, has tardado en publicar pero nos sorprendes con un relato lleno de sabiduría. Un himno a la lucha, al esfuerzo, una lección de vida.

Biquiños y cuídate mucho.

Las torres, aunque altas, también pueden venirse abajo. Así que no hay que tenerles miedo.